sábado, 10 de enero de 2015
Nuestro paso por Christchurch.
Después de pasar los tres últimos
días en esta tranquila y asolada ciudad, hoy la abandonamos con dirección a
Melbourne y, con esto, nuestro adiós a Nueva Zelanda y el inicio del retorno.
Nos vamos con un sabor agridulce
y con una triste imagen en nuestra retina:
la visión de una ciudad destruida
que intenta sobrevivir al caos de los
dos últimos terremotos (sept. del 2010 y la réplica de febrero del 2011).
Incluimos este destino en nuestra ruta a sabiendas de lo que nos podíamos
encontrar y no nos arrepentimos. Pero el impacto ha sido fuerte y duro el contraste
con el resto de ciudades visitadas.
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