sábado, 10 de enero de 2015

Nuestro paso por Christchurch.

Después de pasar los tres últimos días en esta tranquila y asolada ciudad, hoy la abandonamos con dirección a Melbourne y, con esto, nuestro adiós a Nueva Zelanda y el inicio del retorno.

Nos vamos con un sabor agridulce y con una triste imagen en nuestra retina:
la visión de una ciudad destruida que intenta sobrevivir al caos  de los dos últimos terremotos (sept. del 2010 y la réplica de febrero del 2011). Incluimos este destino en nuestra ruta a sabiendas de lo que nos podíamos encontrar y no nos arrepentimos. Pero el impacto ha sido fuerte y duro el contraste con el resto de ciudades visitadas.





Christchurch,”Iglesia de Cristo” (fundada el 1890 por miembros del Chist Church College de la Univerdidad de Oxford  (de aquí el nombre de la ciudad) y situada en la costa este de Nuena Zelanda,  es la mayor ciudad de la isla Sur y capital de la región de Canterbury. Conocida como,  “la ciudad jardín”, es la más inglesa de todas las ciudades fuera de Inglaterra. Una ciudad bien ubicada  en las llanuras de Canterbury junto a la península de Bank; una basta llanura surcada por el  Avon River,  que serpentea por la ciudad recortando muchas de sus calles  y por el que transitan, como si de Venecia se tratase, góndolas y pequeñas embarcaciones. 



Es, sin lugar a duda, una gran ciudad  con esplendorosos parques y amplias avenidas, en las que, a pesar del tiempo transcurrido, los signos del desastre se evidencian de forma clara y trágica; al pasear por sus calles se puede contemplar grandes espacios en blanco ocupados anteriormente por edificios históricos,  amasijos de hierros y  escombros y  el lamentable estado de los que resistieron la gran embestida; da la impresión de estar en una ciudad fantasma, marcada por un gran vendaval. Pero, al mismo tiempo, con la recuperación de su viejo tranvía, los numerosos edificios en construcción, el colorido que impregnan los viejos  muros y los abundantes  contenedores adornados con murales  (ulilizados para sostener edificios en ruinas o para habilitar de forma provisional bares y tiendas) y la animación de sus gentes, se aprecia un soplo de ilusión y optimismo; un mirar hacia el futuro  que de forma artística y plástica  queda expresado en la exhibición de jirafas que durante estos meses invade y adornan todos los espacios de la ciudad de Christchurch. Una propuesta que, en colaboración con muchos entidades patrocinadoras, “celebra la fuerza, el talento, la belleza y el futuro de esta ciudad única”.
Christchurch, 29 de diciembre del 2014.

Te

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