Hola amigos/as que queréis seguir nuestras
andanzas!
Desde que dejamos las cálidas y rojas tierras
del Outback ya han pasado muchos días…
Desde allí volamos a Cairns para descender
toda la costa del Far North australiano.El contraste de color, clima y
vegetación se nos hizo palpable enseguida.
Cairns nos pareció grande, sobre todo, por lo
extendida que se nos mostró, con calles amplísimas e interminables manzanas que
cuadriculan la ciudad. Caminar al sol se hacía agotador ya que lo que veías en
el plano , en la realidad era inmenso.
La zona del puerto y el paseo marítimo es
bonita con piscinas públicas al lado del mar, grandes jardines y numerosas
esculturas que adornan el paisaje. La pena es que no se pueda utilizar su gran playa
por culpa de las medusas de 1cm que, al parecer, son mortales. De ella se
adueñan los pelícanos y gaviotas. Dimos, no obstante, un largo paseo al atardecer
admirando los enormes framboyanes que tiñen el paisaje de rojo intenso.
Contratamos una excursión que nos acercó hasta
Cape Tribulation para conocer el primer “bosque tropical” exuberante, grandioso (era el primero que veíamos. Luego
visitaríamos muchos más pero eso no lo sabíamos, claro)y poder navegar por el
río Daintree que se nos prometió plagado de cocodrilos pero que no vimos
ninguno por mucho que se empeñó el conductor de nuestro barco. Fue, no
obstante, muy bonito navegar lentamente entre los numerosos manglares que nos
proporcionaron agradables sombras en
horas de intenso calor.
Desde Cairns hemos ido bajando, ya con coche,
toda la costa parándonos en los lugares que previamente habíamos seleccionado. Ello nos ha permitido
ir a nuestro aire parando en playas preciosas como la de Misión Beach de arena
blanca y palmeras llenas de cocos, y avistar por vez primera el archipiélago de
las Whitsunday Island anticipo de la
barrera de coral a donde pretendíamos ir.
Desde Airlie Beach contratamos otra excursión
que nos llevó a la gran barrera de coral. Fue interesante ver los corales y
peces multicolores nadando a nuestro lado pues no parecían estresados (debe ser
que ya están acostumbrados a convivir con estos seres intrusos, nosotros, que
vestidos con monos neopreno, aletas multicolores y “esnorkels” semejábamos
pingüinos bobos fuera de su hábitat).
También ha sido precioso el viaje en barco a
la isla Frasser, toda ella de arena pero que ha generado un bosque tropical
impresionante. Hemos hecho un recorrido en un bus “todoterreno” pues por sus
caminos de arena y las playas en marea baja, solo pueden avanzar este tipo de
vehículos. Daba risa ver por la playa, enfilados, todos los coches como si de
la Paris-Dakar se tratara.
Como los ríos desembocan en las playas, fuimos
a uno de ellos que con sus aguas cristalinas y su vegetación exuberante nos
alivió sobremanera el calor de las primeras horas de la tarde. Caminar
descalzos sobre su lecho de arena ha sido
una experiencia genial, comenzamos con agua de dos palmos pero a medida
que avanzábamos, el tema se iba complicando y tuvimos que retroceder cuando el
agua nos llegaba ya casi a la cintura pensando que no teníamos recambio de
ropa. Suerte que el potente sol lo seca todo.
Seguiría describiéndoos más andanzas pero
corto y cierro este capítulo para explicaros que esta región rezuma riqueza y
buena planificación en todos sus aspectos. Nos hemos hartado de ver Kms y Kms
de plantaciones de caña de azúcar simultaneando con prados verdes llenos de
vacas y ovejas. Tambien avistamos una explotación de canguros de raza pequeña,
pensamos que para consumo (a lo largo de los 2.000 Km que hemos recorrido,
hemos encontrado muchos de ellos atropellados).
Terminar nuestro recorrido por las tierras de
Queensland en su capital Brisbane, ha sido el colofón perfecto aderezado hasta
con un ciclón. La ciudad es super moderna (nada en Australia puede ser antiguo
¡ que cosas digo !), limpia y rezuma multiculturalidad en sus calles repletas
de gente. Navegar por su caudaloso río ( que le da nombre ) ha sido una delicia
igual que poder contemplarla desde su noria “SKY HIGH” algo más pequeña que la
de Londres pero nada despreciable. Aquí me despido deseándoos un feliz
diciembre.
Besos, Maribel.
1 comentario:
Vaya,vaya¡ veo que el paso de los dias os hace mas desenvueltos y atrevidos, Viajais con cocodrilos,haceis inmersiones en mar abierto, subis a la gigantesca noria simplemente por ver el paisaje desde otra perpectiva. Os veo vestidos a lo Indiana Jones y rodando un documental.
Petons
Xavi
Publicar un comentario